miércoles, diciembre 27, 2006


Navidades -1 Stooge -0

viernes, diciembre 15, 2006

Cuento de Amor

Como te llamas?
Ángel. Como te llamas?
Soledad.
La soledad es todo lo que es nuestro.
A mi los ángeles me miraban al nacer.
A mi me persiguen desde el primer día. Como la soledad.
Yo no te persigo.
No, tú no. Me gustaría que tú me persiguieras pero la que anda tras de mi es una soledad vacía, de cuatro lados de piedra y sin ventanas.
Yo quisiera un ángel.
Yo podría quererte.
Podrías tú pintar de amarillo todos los días que me quedan para tener un camino de cuento de hadas?
No, no podría.
Pintar de negro todos los días tras de mí para no poder verlos a través de la ventana?
No, no podría.
Pintar de azul a toda esta gente que nos mira?
No, no podría.
No eres un ángel.
No eres la soledad.
Quizás es solo cuestión de las mayúsculas.
¿Como?
De los nombres propios. Quizás le roban el significado a las palabras.
Nada se lo quita. No. Solo están cambiados.
¿Cómo?
Yo soy Ángel y la soledad es mi sino. Tú eres Soledad y pides un ángel a gritos.
Pero no nos queremos.
No, nos necesitamos.
Yo no necesito a nadie.
Ni yo.
¿Entonces?
Son nuestros nombres, creo.
Nuestros nombres con mayúscula?
Sí, esos.
Soledad y Ángel. Ángel y Soledad.
Ángel y Soledad. Soledad y Ángel.
Sí parecen necesitarse.
Hasta las letras me parecen hermosas ahora.
Quizás deberíamos probar con el resto. Silla y Sol.
¿El resto de palabras?
El resto de palabras merecen ser nombres también.
Puerta y Luz.
Suelo y Montaña.
Cebra y Rey.
Semáforo y Piedad.
¿Piedad?
Sí.
Me gusta.
Más que soledad?
No. Pero me gusta. Piedad. Piedad. Podría querer a Semáforo, verdad?

Supongo.
Entonces es ahí, en las mayúsculas, donde está todo?
Sí. En los nombres y en las palabras.
Ángel y soledad.
Ángel. Ángel. Ángel.
Soledad. Soledad. Soledad.

Podríamos querernos.
Conocernos desde siempre, tú crees?
Desde siempre como desde siempre se han conocido las palabras.
Sí, así. Exactamente así.
Ya te conozco desde siempre.
Como Cebra y Rey?
Como Piedad y semáforo.
Como Puerta y Luz.
Querámonos.
Y después?
Para siempre, nada de después.
Nos olvidaremos.
Nunca.
Nos olvidaran.
Maldita sea.
Nos olvidaran y nos perderemos.
Maldita sea.
Prometes y prometes. Donde esta el ángel si no puedes mantenernos vivos.
Vivos no, recordados quizás.
Soledad y Ángel.
Alguien.
Quién?
Alguien nos recordará.
Quién?
Por ti olvidaría todo. Haré que alguien nos recuerde.
Te querría entonces.
Necesito más palabras para hacerlo. Vuelta atrás y nombres del revés, necesito comas y puntos y espacios y cebras y reyes.
Necesitas luz.
Necesito semáforos.
Necesitas fuerza.
Sí, y dedos.
Haz que nos recuerden y te amaré para siempre.
Lo haré y me amarás para siempre.
Siempre?
Siempre. Siempre es un bonito nombre. Soledad y Siempre.
Siempre y Soledad.
Lo haré,
Hazlo.
Te quiero.
Hazlo.

lunes, diciembre 11, 2006

David Hasselhoff - Jump In My Car

Hoy estoy muy enfadado. Supongo que es la falta de sueño o la tensión de los últimos días o mi incapacidad manifiesta para hacer al menos UNA cosa bien al día. De todas formas, prometo no entrar en un Burger King con una escopeta recortada a vengarme de la sociedad, ni encaramarme a la estatua de Colón con una escopeta de mira telescópica, para demostrarle a la gente que camina por las Ramblas quien manda.
Hoy no voy a hacerlo.
Al menos hoy no.

Posteo este video, porque David Hasselhoff es el único que me comprende.

miércoles, noviembre 29, 2006

Talking heads once in a lifetime

TEMAZO

Albricias

lunes, noviembre 06, 2006

Mientras termino el cuento, añado más fragmentos

Los peligrosos, y recuerda esto, son los hombres sin pasado, Juanito. –Su tío le miraba, fijamente, desde detrás de los gruesos cristales de unas gafas con montura de esparadrapo- Son hombres incapaces de mirar atrás y gozar o sufrir por lo que han hecho. Nosotros, los que recordamos, podemos desangrarnos lentamente por un arañazo en el alma, nos pesan los años, pero a ellos el tiempo solo les hace más fuertes. El olvido es un arma poderosa, y ellos están liberados del enorme peso de la memoria, que nosotros debemos cargar.-
Juanito, demasiado joven para comprender, demasiado descargado de recuerdos como para sentirse agotado por ellos, asentía distraído mientras apuraba la cerveza. Así debe ser, pensaba su tío mirándole, la juventud es ligera y distraída y la vejez, mi vejez, pesada y contrahecha. Si solo pudiera contarle una parte de lo que sé, al menos una parte.

jueves, octubre 19, 2006

Más fragmentos (a ver si algun dia los arrejunto todos)

Sólo el tapizado rojo de las paredes parecía, levemente, zafarse del abrazo amarillento de la luz del sol poniente. Digo levemente porque en realidad no la evitaba, sólo la teñía de un falso tono anaranjado, creando una ilusión multicolor en la que las motas de polvo flotantes quedaban atrapadas. Era una ilusión de inmovilidad, le daba a uno la impresión de que el tiempo se había detenido y de que el calor era líquido y se escurría por las paredes, adoptando colores que iban del amarillo huevo al naranja más fogoso mientras se deslizaba por el papel pintado.
Salvador estaba tumbado boca arriba, los ojos fijos en una esquina del techo, el pecho descubierto y las gotas de sudor resbalándole por la frente hasta la colcha roja, en la que poco a poco iba formándose una máscara blancuzca. La luz entraba por el ventanuco detrás y encima de su cabeza, así que podía mantener su cabeza pegada a la pared y aprovechar así el único resquicio de sombra para que le cubriera la cara y, al menos, la luz no le quemara los ojos. Oía los pesados pasos de Manuel subir lentamente las escalera

martes, octubre 10, 2006

Una idea para un nuevo cuento...(estoy en ello)

Ayer conocí al hombre que escribe los telediarios. Al que decide que ha pasado hoy y, sobretodo, que no ha pasado ni pasará nunca. Es el hombre que borra las cosas del mapa, el que escribe los sucesos y las crónicas deportivas, el que dibuja las fronteras. Él es el hombre que pone los cuchillos en las manos de los delincuentes de medio pelo y también los micrófonos en los labios de los tertulianos de media mañana.
Le pillé trabajando con una mano en una nueva estafa que mañana saltará a primera página, algo relacionado con tipos de interés y comisiones bancarias, y con la otra mano dibujando el mapa del tiempo del próximo jueves. Me contaba mientras tanto, tiene una capacidad de trabajo fuera de lo común, que está ideando una complejísima trama política en el centro de Europa que nos tendrá entretenidos meses. Decía que incluye espionaje, asesinatos de estado y drogas duras. Nos va a encantar, estaba convencido de ello.
Todavía me asombra el personaje, pero no puedo decir que me sorprenda.

miércoles, octubre 04, 2006


Aprovechando el ciclo en Albricias sobre Michael Caine, cuelgo aqui esta foto. En pleno swingin London.

sábado, septiembre 23, 2006

In Dreams (Blue Velvet)

David Lynch, Dennis Hopper, Roy Orbison,...

miércoles, septiembre 13, 2006

Citas útiles

Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios.
Corintios 5:9
No absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo.
Corintios 5:10
Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.
Corintios 5:11

jueves, agosto 31, 2006


Llegar tarde a tu propia muerte. William S. Burroughs.

Vamos por partes: Muerte de Anselmo

Entre los escalones quinto y séptimo de una fría escalera de caracol encontró Anselmo Delgado la muerte, una mañana tonta y tan fría como la escalera misma que se levantaba sobre la ciudad de Barcelona. En aquel tejado ya solo quedaban algunas palomas que revoloteaban sobre el cadáver y los charcos verdosos recuerdo de la lluvia del último martes. Le parecía a Anselmo cuando vivía que todos los Martes debía de llover en esa ciudad extraña, que las nubes iban acompasadas al ritmo de los días y que, por ley, los Jueves eran soleados rompiendo así las semanas con inocente alegría y calorcito.
Volvamos, pues, a cuando Anselmo estaba coleando todavía.
Un martes lluvioso se despertaba con él. Era Noviembre, mediados. La costumbre de empezar el día a las ocho se le había quedado incrustada entre ceja y ceja después de cuarenta y siete años trabajando en las imprentas Solàs e Hijos S.L., así que llevaba casi un mes sin trabajar y ahí estaba, poniéndose los zapatos y repeinándose los cuatro pelos que quedaban en pie, oyendo el desagüe del tejado bajando lleno hasta los topes, el agua ruidosa repicando encima del techo y después un hierro, suelto por el viento seguramente, golpeando la pared lateral que daba a la calle. Decició, claro, subir a echar una ojeada.

Más sobre la muerte

La muerte no es lo opuesto a la vida, es lo que sucede cuando la vida no es.
Así la vida es en el tiempo, mientras que la muerte es en el no-tiempo. Es el mar en el que nada la vida, indefensa, y es el mar en el que se hunde, exhausta, cuando no le quedan fuerzas con las que seguir pataleando para mantenerse a flote.
Cuando vivimos la muerte está ahí, es el mar de nada que nos rodea, no sucede pero está ahí.

martes, agosto 29, 2006

El loro

Escucho de vez en cuando los rumores que en el viento corren. Noticias de mi caída en desgracia y de mis mentiras sobre las noches acompañado. Sí, es todo verdad, vuelvo todos los días a casa dando tumbos y obligo a mi mujer a sodomizarme con el loro. Él está harto y me muerde el recto, los trocitos de carne que puede agarrar con su pequeño pico, pero así hace que me guste aun más.
Es esta la hora en la que yo me sincere con vosotros. Ha llegado el momento de que esto se aclare. Sí, me gustan los animales pero no, no tengo mascota. El loro es de mi mujer. Tuve una infancia feliz, recuerdo viajes al Pirineo y aprender a montar en bicicleta, pero también que regalaron a mi perro, al que yo quería mucho, porque molestaba a los vecinos. Bueno, quizás eso influyera. Aunque es poco probable. Al cabo de dos días ya no me acordaba del perro porque tenía una mesa de ping pong nueva y empezaba a jugar a médicos con las chicas de mi calle. ¿Dónde estarán ahora? ¿Me recordaran como las recuerdo yo a ellas? Eso espero.
El caso es que me gustan los animales y no tengo mascota. El caso es que me atraen, me ponen, me excitan, me, digamos, despiertan los sentidos. Y qué?
Además, resulta que no soy capaz de controlar mis impulsos. Y qué? Es eso un crimen? Bueno, es evidente que en ciertos países sí, lo es, pero a mi no me importa porque muchas otras cosas están prohibidas sin razón alguna. Se prohíben cosas constantemente y eso no impide, en absoluto, que esas cosas puedan llevarse a cabo dentro de una sana normalidad. Sin estridencias. Nunca dejaría que el loro me follara en público. Eso nunca. Pero en mi dormitorio, eso es otra cosa. Es una cosa que queda entre mi mujer, el loro y yo.
Además, sé que a él le gusta tanto como a mí. Solo hay que ver lo suaves y tersas que se le ha puesto las plumas. Y lo feliz que está todo el tiempo columpiando que va y columpiando que viene.

jueves, agosto 24, 2006

El texto aquí debajo no fue escrito pensando expresamente en Roure, pero espero que sirva como pequeño homenaje. No sé que más hacer, porque la muerte me desorienta.

Homenaje

No sé si me voy yo o te vas tú. Siempre que muere alguien me pasa lo mismo.
No sé si es una broma de mal gusto que nos dedicas, pero me temo que esta vez la broma te la hemos gastado a ti, entre todos. Solo espero que te dé tiempo a reírte, que hayas tenido tiempo de encontrarle la gracia a todo esto. Claro que sí. En realidad, estoy seguro de que lo último ha sido una risotada. Seguro que la enfermera todavía no se lo explica. Seguro que el médico de guardia todavía está pensando si incluirlo en las notas de su futura autobiografía. Seguro que la carcajada ha hecho temblar todo el edificio y que los celadores han tenido pesadillas toda la noche.
No, no he ido a tu entierro. He preferido continuar con la broma desde casa, sin compañía, porque así es como más nuestra, y, además, si resulta que al final todo esto no tiene gracia, pues nos enteramos tu y yo y ya está.
Si y no te voy a echar de menos, y, eso, amigo, es más de lo que puedo decirle a casi cualquiera, así que vamos ambos a conformarnos con eso, compañero.


“Algunos dicen y juran y rejuran que saltamos ambos aquel acantilado en la costa hace tantísimo tiempo. Y que morimos con solo ocho años. Aseguran que vieron a dos niños correr cogidos de la mano entre el bosque y a Dios prometen haberlos visto saltar aún agarrados el uno al otro.
Yo, desde luego, recuerdo haber caído, pero no recuerdo haber muerto. Y tú, hermano? Yo me recuerdo volando, riendo, pero no muriendo. Recuerdo las olas rompiendo contra las astilladas rocas del acantilado, pero nada más. Nada de muerte ni gritos ni dolor.”

martes, febrero 21, 2006

mucho tiempo ha pasado

Después de tanto tiempo, y esperando que alguien siga pasando por este rinconcito, os dejo el fotolog que hemos abierto con la movida del local.

http://www.fotolog.com/yzapatetas/

http://www.fotolog.com/yzapatetas/

http://www.fotolog.com/yzapatetas/



PD. Gente de Pluton, os recuerdo y os añoro, aunque parezca mentira.