viernes, diciembre 15, 2006

Cuento de Amor

Como te llamas?
Ángel. Como te llamas?
Soledad.
La soledad es todo lo que es nuestro.
A mi los ángeles me miraban al nacer.
A mi me persiguen desde el primer día. Como la soledad.
Yo no te persigo.
No, tú no. Me gustaría que tú me persiguieras pero la que anda tras de mi es una soledad vacía, de cuatro lados de piedra y sin ventanas.
Yo quisiera un ángel.
Yo podría quererte.
Podrías tú pintar de amarillo todos los días que me quedan para tener un camino de cuento de hadas?
No, no podría.
Pintar de negro todos los días tras de mí para no poder verlos a través de la ventana?
No, no podría.
Pintar de azul a toda esta gente que nos mira?
No, no podría.
No eres un ángel.
No eres la soledad.
Quizás es solo cuestión de las mayúsculas.
¿Como?
De los nombres propios. Quizás le roban el significado a las palabras.
Nada se lo quita. No. Solo están cambiados.
¿Cómo?
Yo soy Ángel y la soledad es mi sino. Tú eres Soledad y pides un ángel a gritos.
Pero no nos queremos.
No, nos necesitamos.
Yo no necesito a nadie.
Ni yo.
¿Entonces?
Son nuestros nombres, creo.
Nuestros nombres con mayúscula?
Sí, esos.
Soledad y Ángel. Ángel y Soledad.
Ángel y Soledad. Soledad y Ángel.
Sí parecen necesitarse.
Hasta las letras me parecen hermosas ahora.
Quizás deberíamos probar con el resto. Silla y Sol.
¿El resto de palabras?
El resto de palabras merecen ser nombres también.
Puerta y Luz.
Suelo y Montaña.
Cebra y Rey.
Semáforo y Piedad.
¿Piedad?
Sí.
Me gusta.
Más que soledad?
No. Pero me gusta. Piedad. Piedad. Podría querer a Semáforo, verdad?

Supongo.
Entonces es ahí, en las mayúsculas, donde está todo?
Sí. En los nombres y en las palabras.
Ángel y soledad.
Ángel. Ángel. Ángel.
Soledad. Soledad. Soledad.

Podríamos querernos.
Conocernos desde siempre, tú crees?
Desde siempre como desde siempre se han conocido las palabras.
Sí, así. Exactamente así.
Ya te conozco desde siempre.
Como Cebra y Rey?
Como Piedad y semáforo.
Como Puerta y Luz.
Querámonos.
Y después?
Para siempre, nada de después.
Nos olvidaremos.
Nunca.
Nos olvidaran.
Maldita sea.
Nos olvidaran y nos perderemos.
Maldita sea.
Prometes y prometes. Donde esta el ángel si no puedes mantenernos vivos.
Vivos no, recordados quizás.
Soledad y Ángel.
Alguien.
Quién?
Alguien nos recordará.
Quién?
Por ti olvidaría todo. Haré que alguien nos recuerde.
Te querría entonces.
Necesito más palabras para hacerlo. Vuelta atrás y nombres del revés, necesito comas y puntos y espacios y cebras y reyes.
Necesitas luz.
Necesito semáforos.
Necesitas fuerza.
Sí, y dedos.
Haz que nos recuerden y te amaré para siempre.
Lo haré y me amarás para siempre.
Siempre?
Siempre. Siempre es un bonito nombre. Soledad y Siempre.
Siempre y Soledad.
Lo haré,
Hazlo.
Te quiero.
Hazlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es curioso. Besos y felices fiestas.

TheStooge dijo...

Gracias. Felices fiestas, Sonia.

Anónimo dijo...

¡gracias!, igualmente. :)